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ANÁLISIS DE RATIOS

FÓRMULAS:

Ratio de Liquidez :
Ratio de Liquidez=Activo Corriente/Pasivo Corriente

Ratio de Liquidez=190.000€/95.000€ ​

Ratio de Tesorería :
Ratio de Tesorería=(Realizable+Disponible)/Pasivo Corriente

Ratio de Tesorería=80.000€/95.000€

Ratio de garantía:
Ratio de garantía=Activo Real/Exigible total  

Ratio de garantía=231.000€/95.000€  

Ratio de Endeudamiento:
Ratio de Endeudamiento=Pasivo Total/Fondos Propios

Ratio de Endeudamiento=175.000€/56.000€

Ratio de Calidad de la Deuda
Ratio de Calidad de la Deuda=Pasivo Corriente/Pasivo Total

Ratio de Calidad de la Deuda=95.000€/175.000€

Ratio de Inmovilizado:
Ratio de Inmovilizado=Activo No Corriente/Activo Total

Ratio de Inmovilizado=41.000€/231.000€

Ratio de Disponibilidad Inmediata:
Ratio de Disponibilidad Inmediata=Disponible/Pasivo Corriente

Ratio de Disponibilidad Inmediata=30.000€/95.000€
 

Ratio de Autonomía Financiera:
Ratio de Autonomía Financiera =Fondos Propios/Pasivo Total+Fondos Propios 
Ratio de Autonomía Financiera =56.000€/175.000€ 



RESULTADOS

Ratio de Liquidez: 2.00
Ratio de Tesorería: 0.84
Ratio de Garantía: 2.43
Ratio de Endeudamiento: 3.13
Ratio de Calidad de la Deuda: 0.54
Ratio de Inmovilizado: 0.18
Ratio de Disponibilidad Inmediata: 0.32
Ratio de Autonomía Financiera: 0.32



conclusiones

El análisis de los ratios financieros de la empresa muestra un panorama con aspectos positivos y otros que requieren ajustes. Para empezar, el Ratio de Liquidez es de 2.00, lo cual es una excelente noticia, ya que se encuentra dentro del rango óptimo de 1.5 a 2. Esto significa que la empresa tiene suficiente capacidad para pagar sus deudas a corto plazo sin problemas. En la misma línea, el Ratio de Tesorería es de 0.84, lo que indica que la empresa casi tiene suficiente dinero en efectivo y activos líquidos para cubrir sus deudas sin necesidad de vender inventarios. Sin embargo, lo ideal sería acercarse un poco más al 1.00 para una mayor tranquilidad financiera.


Por otro lado, el Ratio de Garantía se sitúa en 2.43, un dato positivo, ya que supera el mínimo recomendado de 1.5. Esto refleja que la empresa cuenta con un sólido respaldo patrimonial para garantizar sus deudas. No obstante, el Ratio de Endeudamiento es de 3.13, lo cual es preocupante, ya que lo recomendable es que esté por debajo de 2. Una cifra tan alta indica una gran dependencia de financiación externa, lo que aumenta los riesgos financieros y puede comprometer la estabilidad de la empresa a largo plazo.


Otro punto a mejorar es el Ratio de Calidad de la Deuda, que se encuentra en 0.54, mientras que el valor óptimo debería ser inferior a 0.5. Esto indica que más de la mitad de la deuda es a corto plazo, lo que puede generar presión en la liquidez. Sería conveniente renegociar parte de esa deuda para convertirla en financiación a más largo plazo, aliviando así las obligaciones financieras inmediatas.


En cuanto a la inversión en activos fijos, el Ratio de Inmovilizado es de 0.18, muy por debajo del rango óptimo de 0.5 a 0.7. Aunque esto puede favorecer la liquidez, también podría suponer una falta de inversión en recursos clave para el crecimiento de la empresa. En la misma línea, el Ratio de Disponibilidad Inmediata es de 0.32, cuando lo ideal sería estar por encima de 0.5. Esto indica que la empresa tiene poco efectivo disponible para hacer frente a pagos urgentes, por lo que convendría mejorar su liquidez inmediata.


Por último, el Ratio de Autonomía Financiera es de 0.32, un valor bajo considerando que lo óptimo es estar por encima de 0.5. Esto refleja una fuerte dependencia del endeudamiento y la necesidad de fortalecer los fondos propios para asegurar mayor estabilidad y autonomía financiera.

¿Cómo podemos mejorar estos indicadores?
Para optimizar la liquidez inmediata, es clave mejorar la gestión de cobros y pagos, reduciendo el tiempo que tardan los clientes en pagar. Contar con estrategias para agilizar el flujo de caja permitirá disponer de más efectivo en todo momento. También es importante reducir la dependencia de la deuda externa, priorizando alternativas como la reinversión de beneficios o la incorporación de nuevos socios.


En cuanto al elevado endeudamiento, una opción recomendable es renegociar las condiciones de la deuda para convertir parte del pasivo a corto plazo en financiación a largo plazo, reduciendo así la presión financiera inmediata. A su vez, la empresa podría evaluar si necesita aumentar su inversión en activos fijos de manera estratégica, asegurando que cuenta con los recursos necesarios para operar de manera eficiente sin comprometer su liquidez.


Finalmente, para fortalecer la autonomía financiera, es fundamental incrementar los fondos propios mediante una mayor capitalización y estrategias de crecimiento sostenibles. Esto permitirá reducir la dependencia de préstamos y mejorar la estabilidad financiera a largo plazo.
 

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